Todos sabemos que existen diferencias entre ambos tipos de neumático, pero sabemos cuáles son. La principal está clara, su composición.

Pero las variaciones entre ellos van más allá.

Siempre que la temperatura ambiente sea superior a 7ºC, los neumáticos de verano ofrecerán el máximo agarre (Están diseñados para ello).

Por lo contrario, los neumáticos de invierno empiezan a funcionar de forma óptima cuando la temperatura está por debajo de los 7ºC. Esto es debido a los materiales, los cuales, en este caso, ofrecen más adherencia y elasticidad a las ruedas cuando se encuentran a baja temperatura. Cuando las condiciones atmosféricas son adversas, como lluvia extrema o nieve, estos neumáticos mejoran su comportamiento en carretera.  Es recomendable su uso en el periodo comprendido entre noviembre y marzo, cuando sepamos que vamos a circular por zonas de bajas temperaturas y/o altas precipitaciones.

Es importante saber que, los neumáticos de invierno se identifican con el distintivo “M+S” y, por lo general, permiten al conductor/a prescindir del uso de cadenas.