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La importancia de revisar nuestros neumáticos con frecuencia

11 noviembre 2019

Conocer los riesgos y las consecuencias de circular con los neumáticos en mal estado es fundamental para concienciar a los conductores y conductoras, y prevenir así el riesgo de sufrir un accidente.

Según la DGT (Dirección General de Tráfico) “más de un millón de vehículos, un 5% del total, circulan con graves defectos en las ruedas”. Los aspectos más detectados son llevar una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal de 1,6 milímetros (3 mm es lo recomendado), tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta y circular con una presión errónea.
Pero lo que preocupa, todavía más, es que la mayoría de los vehículos que presentan estos defectos son los que sirven para uso profesional, como furgonetas.

Para poder prevenir cualquier situación de riesgo o sanción debemos conocer qué dice el Reglamento General de Vehículos y qué condiciones recoge. Existen unos requisitos que deben ser cumplidos por los neumáticos que circulan por carretera, como son:

– Las Dimensiones y características: Deben ser las previstas por el fabricante en la homologación del vehículo, o sus equivalentes.
– Profundidad mínima de dibujo: Los neumáticos deben presentar una profundidad en las ranuras principales de la banda de rodamiento de, mínimo, 1,6 mm. Las ranuras principales son las ranuras anchas situadas en la zona central de la banda de rodamiento que cubre casi las tres cuartas partes de la anchura de dicha banda.
– Presión de inflado: La presión deberá ser revisada regularmente, con manómetros de uso privado o público, debidamente homologados y verificados.
– Indicadores de desgaste: Los neumáticos homologados que equipan vehículos de turismo y sus remolques deberán tener indicadores de desgaste. Estos son utilizados para mostrar que las ranuras principales de la banda de rodamiento han alcanzado la profundidad mínima de dibujo.
– Condiciones mínimas de utilización de los neumáticos: Los neumáticos deberán conservar siempre las inscripciones reglamentarias, y además no deben presentar ampollas, deformaciones anormales, roturas u otros signos que evidencien el despegue de alguna capa o de la banda de rodamiento. Tampoco pueden presentar cables al descubierto, grietas o evidencias de rotura de la carcasa.

Por último, desde Lubrimed queremos recordar la importancia de comprobar regularmente la presión del neumático y la rueda de repuesto, así como revisar posibles fugas de aire por las válvulas. También es imprescindible el uso del tapón